CUANDO SE SECAN LAS LÁGRIMAS
El cuarto de Mickey
en casa de sus padres
huele a lejía
y a ausencia.
"Tendré que destrozar
esta habitación"
aviso a la madre
que frunce el ceño
al ver mis manos de gorila.
"¿Qué buscas?"
pregunta
"¿drogas?"
"Cualquier cosa".
levanto el colchón
"que me diga
a dónde ha ido
y con quién."
Suelta un leve gemido
y me deja sola.
Hay que ser duro para este juego.
Recuerdo los viejos versos de Sid Lloyd:
"Nunca les digas
dónde está su hijo
hasta que hayas cobrado.
Cuando se secan las lágrimas
nadie quiere
soltar el dinero."
Dorothy Porter (de La máscara del mono).
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