martes, 14 de noviembre de 2017

Luis Ricardo Suárez Fernández




EL POETA PIJO
POEMA 3



EL OLOR DE LA MUSICA



Las manos se acercaron sin mirarse.
Hicieron el amor sobre el mantel.
Cada vez que intentaban alejarse
parecían alitas de papel,
molinillos de viento sin sentido,
las ruletas de un viejo barquillero
que a endulzarnos los labios han venido
por si llega algún beso aventurero.

Llegó, llegó, y bien acompañado
de ternura adornada por guirnaldas,
nunca a la vista pero sí han estado
vistiéndonos de fiesta las espaldas.
Al tanto que las manos se han dormido
acurrucadas al ritmo de los besos,
fue tan solo un sueño compartido,
amor adulto jugando a ser traviesos.

Y en esto que Nabuco se ha perdido
pues los esclavos mirando hacia otro lado
extrayeron de la música el sonido
para que el coro oliera a enamorado.

Como suena el olor cuando estás cerca,
dan ganar de encerrarse en una lira
a esperar ese dedo que se acerca.
¡Por Dios no me abandones…. Mira, mira!

Soy el amor, si bien, voy disfrazado
pues no me atrevo de nuevo a desnudarme,
de tanta confusión ya estoy cansado,
perdí el último espejo al mirarme
y no reconocer tu cara en mi reflejo
tan absorto de ser contradicción,
muy asustado vida de estar viejo,
jamás sabré leer esta lección.

Barón, Alteza, Richard….. báilame.
¿No escuchas el olor de aquella noche?
Sólo un poquito pero quiéreme.
Retira de tu mente ese reproche.
Sé que lo canto mal, mas se que llora.
¿Bailar?.... Acaso, un paso en tu mirada.
¿Atreverme?.... Lo estoy haciendo ahora.
¿Querrás dejar tu música en mi almohada?

Madrid, 12 de Noviembre de 2004
Y ME PREGUNTO:
¿Qué tiene Richard Gere que no tenga yo?
Y ME RESPONDO:
Da igual, él no escribe poesía…¿ o sí?


La imagen puede contener: texto


No hay comentarios:

Publicar un comentario